¿Es usted un nomada digital? Tenga en cuenta los siguientes consejos de ciberseguridad

Si es de aquellos profesionales que emplea diferentes tecnologías o aplicaciones y no tiene un lugar fijo de trabajo, pudiendo conectarse con su computador a Internet desde la casa, cafetería, biblioteca o cualquier espacio de coworking, sea dentro o fuera del país, entonces podría considerarse un nómada digital.

Sí, porque este movimiento y, a la vez, proceso laboral y socioeconómico propio de este siglo- y que entrega cierta libertad a aquellas personas cuyos trabajos se apoyan en el uso de dispositivos inteligentes, equipos informáticos y digitales, e Internet- está cambiando ciertos paradigmas del mundo laboral relacionados, por ejemplo, con las rutinas y horarios.

“Un nómada digital es un profesional- que puede trabajar de manera independiente, estar contratado o ser un emprendedor- que constantemente se está moviendo de lugar, ciudad o país, muy familiarizado con las tecnologías e Internet, lo cual le permite trabajar remotamente y cumplir con sus tareas y metas laborales. No obstante, esta movilidad muchas veces trae aparejada ciertos riesgos en materia de seguridad informática, dado que muchas conexiones a Internet, páginas web y/o archivos no son del todo confiables”, explica Francisco Fernández, gerente general de AVANTIC.

Algunas profesiones o trabajos que pueden estar en la categoría de nómada digital son los de community manager, desarrollador de software, fotógrafo, especialista en SEO, diseñador gráfico, productor de video y traductor, entre otros.

Tips de ciberseguridad

Para un desempeño más seguro en Internet y una mayor protección de la información almacenada en el equipamiento de los nómadas digitales, desde AVANTIC compartieron las siguientes recomendaciones:

  1. No ocupar cualquier conexión para acceder a Internet. Lo ideal es utilizar aquellas conexiones a Wi-Fi de lugares que entreguen plena seguridad y confianza, y que la conexión inalámbrica sea cifrada, es decir, que requiera de autenticación.
  2. Emplear almacenamiento híbrido para respaldar información. Además, es importante que la persona respalde cada cierto tiempo la data de sus equipos y dispositivos, tanto en discos duros externos como en la Nube.
  3. Instalar sólo programas computacionales originales y apps que sean de confianza. Preocúpese de que cada software que tiene instalado en su computador tenga licencia original, pues así podrá acceder a los parches y actualizaciones correspondientes. Si va a instalar aplicaciones en sus dispositivos inteligentes, infórmese primero sobre ellas leyendo los comentarios que hacen los demás usuarios.
  4. Contar con antivirus en sus equipos y dispositivos. Siempre tenga instalados antivirus de marcas reconocidas en sus equipos y dispositivos para así no ser víctima de los ciberdelincuentes.
  5. No descargar archivos o programas de sitios desconocidos. Evite hacer descargas en su equipamiento, ya sea de software gratuitos o archivos en distintos formatos, desde sitios que sean desconocidos o tengan mala reputación. Al hacerlo, uno se expone a la pérdida parcial o total de su información.
  6. Actualizar periódicamente su sistema operativo y software. Con el fin de contar con las últimas versiones de los programas y de sus parches de seguridad es fundamental realizar cada cierto tiempo actualizaciones de los softwares empleados.
  7. Prestar atención a los correos electrónicos y mensajes que se reciben. Hoy, una de las mayores ciberamenazas la representa el phishing, técnica que permite a los delincuentes informáticos apropiarse- a través del envío de un correo electrónico o mensaje que puede contener un vínculo o archivo malicioso- de los datos sensibles de su víctima, como por ejemplo las credenciales del banco o los números de la tarjeta de crédito. También puede traducirse en la instalación de un virus que puede dañar o destruir la información o, por el contrario, un ransomware que secuestra el equipo afectado y exige el pago de una recompensa para su posterior liberación.
  8. Establezca privilegios. Tanto el trabajador nómada, como los clientes que le den acceso a sus sistemas, deben contar con un sistema PAM (gestión de usuarios y privilegios) o al menos con doble factor de autenticación.